Alegato

Llevo sufriendo por amor toda la vida. El primer flechazo fue por la niña de la guardería que me quitaba los juguetes. Ya en el colegio, pasó a ser la profesora de matemáticas la que hizo que suspendiera y me quedara sin vacaciones. Así he seguido, cayendo en sus redes, hasta la última, la chica rusa con la que me casé y que hoy, me ha abandonado. Por eso, al pasar por la puerta del centro comercial y verle con las alas, el arco y las flechas con forma de corazón, no me he podido aguantar, señor agente.

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